El proyecto MACLA, MAMUA, BISMUTO, VICARIO, de Karlos Martinez B. (Bilbao, 1982) y Javier Arbizu (Estella, 1984) se ha desarrollado en dos fases a lo largo de 2018. La primera de ellas en la madrileña Casa Huarte, de los arquitectos Corrales y Molezún durante el mes de febrero y la segunda en el Museo Oteiza, inaugurada durante el mes de julio. La presente publicación incluye un completo recorrido visual por las dos intervenciones y se complementa con un texto de Rosa Lleó.
El punto de partida de este proyecto es la idea de “macla”, asociada a la serie de obras así denominadas por Oteiza, originadas por la fusión o encuentro de dos o más volúmenes y activadas por la relación de sus partes. A partir de ese momento, esta intervención propone una particular manera de asociar lo escultórico con lo objetual, mediante sutiles intervenciones que trastocan las características propias de materiales y objetos, que generan un nuevo repertorio de significados que lo vinculan de manera libre con el espacio arquitectónico, los modos constructivos de la obra de Oteiza y la consideración de lo escultórico como un proceso en permanente transformación.
La presencia del bismuto, mineral que cristaliza en formas geométricas y concéntricas, es uno de los hilos conductores de las propuestas, que trabajan sobre la idea del cuerpo suturado y de la cuestión del doble como esencia de una escultura “permanentemente insatisfecha”, tal y como la definió Jorge Oteiza.
En la obra de Martinez B. y Arbizu es tan importante lo potencial o latente como lo actual y manifiesto. La transformación de objetos cotidianos a través de manipulaciones y arreglos, así como sutiles yuxtaposiciones, provoca un deslizamiento entre la funcionalidad y la forma de objetos y espacios. De esta manera, los artistas pretenden cuestionar el límite entre los cuerpos y el espacio, lo humano y lo no humano y, en última instancia, la figura y el fondo.
Proyecto desarrollado en colaboración con la Fundación Museo Jorge Oteiza.
