Enormes cráteres como los que abren los impactos de meteoritos, sin árboles ni planta alguna hasta donde alcanzaba la vista02026; El terreno era tan seco que en él no parecía haber caído nunca una gota de agua y en la atmósfera, bajo un cielo plagado de estrellas brillantes, no soplaba ni una brizna de aire... Jules, Marie, Huan y Caroline tenían ante sus ojos un paisaje que solo podían describir de una manera: un paisaje lunar. No podían saber cómo habían llegado hasta allí, porque habían estado inconscientes y no recordaban nada, pero tuvieron la certeza de estar metidos en una trama siniestra y enrevesada, que los había llevado más lejos de lo que pensaban.