Por fin Maddie ha tomado la decisión que su sentido común le pedía a gritos y ha dejado al sexy y arrogante Ryan Riley. Lejos de aceptar la decisión de Maddie, Ryan no dejará de provocarla una y otra vez para hacerle entender que tienen que estar juntos. Ella se resistirá, tratará de mantenerse alejada de él, pero Ryan le demostrará quién sigue teniendo el control.