El hombre no puede no narrar(se). Todo acto que realiza debe ser interpretado por la consciencia, que se convence de la realidad, la suya y la nuestra en el mundo, por medio del (auto)relato. Sabemos quiénes somos porque nos lo contamos constantemente. Escribir y leer ficción es una materialización extraña de ese modo trascendental y esencial de la existencia del hombre. Podría pensarse que la ficción literaria es una sublimación de esa necesidad vital, pero también cabe interpretar el acto literario como la expresión general y comunitaria por la que reconocemos nuestra identidad. Ese es el propósito y el contenido que encierra el concepto de Homo narrator, a saber: la precisión del lugar que ocupa la creación literaria en la constitución del ser del hombre. Para ello, y tal y como reza el subtítulo de esta obra, Estudio de la condición narrativa del hombre desde Ricardo Piglia, se ha acudido a un escritor y teórico, el argentino Ricardo Piglia, cuya referencia en el libro permite evidenciar las cuestiones que acerca de la naturaleza de la literatura interesan a la crítica contemporánea.