Investigar a Fernando Fernán-Gómez como dramaturgo es tratarlo en su proyección más esencial, aquella por la que ha sido, además, ampliamente premiado y reconocido; sin embargo, esta faceta pasa, a menudo, desapercibida por el gran público. Si en las afirmaciones de Teatro español de los profesores Huerta Calvo, Peral Vega y Urzáiz Tortajada, leemos que «el nombre de Fernando Fernán-Gómez llena un capítulo imprescindible en la historia del teatro español contemporáneo», su obra ocupa, no obstante, un reducido espacio en los manuales didácticos.
Este estudio examina en profundidad la totalidad y la singularidad de su producción dramática; dividida esta en tres grandes periodos: de juventud, donde destaca Pareja para la eternidad y su primer fracaso teatral como autor (Marido y medio); de madurez, en el que se consagra definitivamente coincidiendo con el boom cultural y teatral en España (La coartada, Los domingos, bacanal, Ojos de bosque, Del rey Ordás y su infamia, Las bicicletas son para el verano); y un periodo final basado casi exclusivamente en los ciclos clásicos de la Picaresca y el Quijote, su época más fecunda donde ven la luz Lazarillo de Tormes, El pícaro. Aventuras y desventuras de Lucas Maraña, Tartufo, Los invasores del palacio, Defensa de Sancho Panza y Morir cuerdo y vivir loco.