Tras fallecer su marido y luego su madre, Pere Guiu, un librero jubilado que ha pasado los últimos treinta años en Londres, traslada su soledad a una pequeña ciudad de la Cataluña interior, envuelta en la niebla. Allí, en un parque, conoce a una misteriosa y singular mujer, que se dedica a reescribir los malos finales de las novelas, y que despierta en él una inesperada atracción.
Julia, “la mujer de los finales felices”, maltratada desde hace años por su marido, encuentra consuelo en sus libros y en la fidelidad de su perro. Pero, cuando el marido mata brutalmente al animal, se despierta en ella una rebeldía que hasta ahora no había sentido.
Después de 45 años, Pere se reencuentra con Fabián Navarro, su antiguo profesor de lengua latina en la universidad, y nace entre ellos una gran amistad, que, en Navarro, también homosexual, siempre fue amor.
Julia y los dos hombres se convierten en inseparables. Los tres, desafiando el peligro, y los prejuicios de la ciudad de la niebla, habrán de tomar una decisión tan romántica como surrealista, apostando por florecer al final de sus vidas y reescribir su propio destino.