Una historia que recuerda la importancia del apoyo vecinal.
En el jardín del señor Villa han aparecido unos topillos que amenazan con destruir sus lavandas, y él no está dispuesto a permitirlo. Cuando Sildita, su vecina, se entera, no dejará que use ningún tipo de veneno para exterminarlos, sino que le propondrá buscar una solución alternativa.
Mientras, ambos se dan cuenta de que a la señora de Torrecilla, otra vecina, le ocurre algo grave, pero no saben qué puede ser.